El libro de los conejitos suicidas

Otra vez por la FNAC, dando vueltas y viendo cosas que ahora a fin de mes, no me puedo permitir (^^). No suelo acercarme por la sección de comics, ya que es muy escasa, prefiero acercarme por las tiendas que hay al lado que están mas especializadas (Futurama, Imagenes, Manhattan). Pero como ya no sabia que ver, me acerque por allí, y pude observar un comic un poco gracioso de titulo: "El libro de los conejitos suicidas" . Empecé con la primera viñeta, y acabe terminándome el comic y con lagrimas en los ojos de la risa que me había entrado. Es un comic corto, compuesto su gran mayoría de un viñeta por pagina, donde se ve un conejo suicidándose. Su precio era de 10€, si hubiera sido principio de mes, hubiera sido mi primera adquisición. Pero.... es final de mes.

Si matas un gato, te llamaran matagatos

Es relativamente fácil el poner a una persona en una balanza, donde otorgarle la posibilidad de sopesar si es bueno o malo..... No voy a entrar dentro de la definición de que es bueno o que es malo, ya que es una reflexión que me supera, y podría estar divagando sobre ella muchísimo tiempo, y sin alguien con quien discutir, es un royo. La manera de coger a una persona que se ha portado bien contigo, que con gran facilidad habéis hablado, gastado bromas, reído juntos, en definitiva, habéis pasado buenos momentos, no son unos maravillosos momentos, pero se pueden recordar como buenos momentos. Llega un día, en el que este te dice algo que no te gusta, algo sin sentido, solo porque el tiene un mal día, o simplemente un desliz en sus palabras, esto ya provoca en ti el pensamiento de : "No pensaba que fueras así", o la de "creía que eras buena persona"... Con que rapidez, llegamos a poner a las personas en una balanza y hacer que las cosas malas sopesen mas que las buenas, hasta el punto de no darnos cuenta de que las cosas buenas deberían de sopesar mas que las malas, y darnos cuenta que las situaciones cotidianas, son las situaciones normales, que después las que nos hacen mas fuertes son las malas, y las que deberían de darnos unos recuerdos, escasos, pero bonitos, son las pocas cosas buenas que tenemos. Esto también se puede aplicar a las personas que conocemos relativamente poco: "Si matas a un gato, te llamaran mata gatos".