Tere tiene unos compañeros de trabajo que son de una asociación andaluza en Valencia, y siempre que montan algo o es la “Feria de Abril” y ponen la caseta en el rio, nos invitan a ir. Pero este año, con Marta en la familia, los amigos de Tere le regalaron un trajecito para cuando fuéramos a la feria, Marta no desentonara.
Aunque ninguno de los dos somos andaluces, ni tenemos una descendencia andaluza (que sepamos), la chiquilla tiene un arte al bailar que no es normal. Todo el mundo se paraba a verla, a cogerla y a decirle monerías, y Marta encantada de la vida. Y ya cuando se puso a menar las manos mientras escuchaba la música y veía bailar a las chicas de la asociación, estaba para comérsela.
Y para remate fue cuando el Luisin el hijo de mi amigo Tarik se puso a cantar por bulerías siempre que ponían una canción en la caseta. La verdad es que me lo pase muy bien esa noche en la caseta, habrá que repetir otro año.
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