01 febrero 2010

Vais a ser…



Más o menos podríamos decir que la noticia recibida por los diferentes familiares y amigos podría empezar por el típico “Bueno, deciros que vais a ser… “. La verdad es que somos muy predecibles y la gran mayoría cuando íbamos a contarles la noticia ya se habían percatado, ya fuera por el nerviosismo y ganas de contarlo de Tere o mi sonrisa en la cara.

De amigos, que estuviera yo presente, fue a Andréu, Sandra y Mar, los cuales vinieron en fin de año después de las uvas, y las copas de después. La situación fue algo tal que así:
Mar: ¿Que tal la noche?
Tere: Pues nada, aquí cenando los cuatro. (Los demás siguen hablando y…)
Mar: ¿Los cuatro? Tú, Gaspar, Gafe y…
Luego días después se pasaron Julio y Emilio por casa para ver el portátil de Emilio, ahí simplemente se lo comentamos. A lo cual Julio se pensó que estábamos tomándole el pelo… quien dice el pelo, dice que le estábamos gastando una broma, que pelo ya le queda poco como para tomárselo.

El día de reyes creo que fue, cuando se lo contamos a Sonia, Cristina, Ángel y Javi, y los padres de Sonia y Cristina, los cuales al ver que era la primera vez que íbamos a verlos en esas fechas, creo que ya se lo veían venir.

A mi Tete fue algo mas normalillo, porque como él va a tener un retoño y ya tiene una en casa medio crecidita, la noticia no le vino de nuevo. Así que los dos vamos a tener un bebe el mismo año, con dos meses de diferencia.

El orden o la manera de comentarlo fueron improvisados, pero como teníamos ganas de contárselo a todos y no había manera de juntarlos a todos rápidamente sin que sospecharan nada... el tener prisa es lo que tiene.

La familia es otra cosa. La de Tere esta un poco desperdiga, pero la mía sabíamos que podíamos contárselo a todos el día seis de enero, ya que comíamos todos en la planta baja de mi padre. Pero aún así quise acercarme a contárselo a mi tío Toni, porque aunque este un poco lejos y no venga nunca a vernos, le tengo en mucho aprecio. Cuando se lo contamos todos fueron a darle un abrazo a mi mujer, y de mi pasaron, ni una palmadita en la espalda.

Lo curioso de mi familia fue cuando fuimos a contárselo a mi hermana, porque estando allí, justo vinieron mis padres, los cuales no sabían nada. Yo temía mucho la respuesta de mi madre, ya que siempre que sacaba el tema alguien de cuando íbamos a tener un niño, enseguida, si ella estaba presente, decía que nos teníamos que esperar porque ella no se podía hacer cargo de otro. Así que le coloque el marrón a mi sobrino Nacho de dos años y medio. Me lo lleve a la cocina con mi hermana y me puse a explicarle (creo que fue lo peor que podía haber hecho). Lo traduzco, porque todo fue en valenciano:

- Nacho, tienes que decirle a la abuela, que vas a tener un primito.- Se me queda mirando como si la cosa no fuera con él. Y yo se lo volvía a repetir – Nacho, a ver, tienes que decirle, a la abuela, que tú, vas a tener, un primito.- Y se me volvía a quedar como diciendo, “Si te he oído la primera vez, pero me da igual”. Así que mi hermana me hecho una mano, - A ver, Nacho, tienes que decirle a la abuela que Tere tienen un bebe en la barriga.- Y en los ojos del chiquillo se le vio como una lucecita que se encendía, como diciendo: “Haber empezado por ahí”, se giro corriendo y se fue directo a la abuela. Todo nervioso y sin poder casi gesticular ninguna palabra, balbuceaba y movía los brazos llamando la atención de la abuela. Una vez conseguida toda la atención de la abuela, con una mano se tocaba la barriga y con la otra señalaba a Tere. Mi madre no comprendía lo que le intentaba decir: “Nacho, ¿que quieres? ¿Qué pasa?” así que, dejo de balbucear y dijo: “Tere tiene un bebe en la barriga (Tere te un bebe en la pancha)”. Mi madre ya se había enterado pero no se lo creía, y volvió a preguntarle lo mismo, y el niño que no es tonto se quedo mirándola como si supiera que lo había entendido perfectamente, pero se lo volvió a decir con movimientos de brazos incluidos.

Se podría decir que la más graciosa y mas divertida de contar es la de cómo mi sobrino se lo contó a mi madre. Un poco cobarde por mi parte, pero mira que me pude reír.

Al que más ganas tenía de contárselo era a mi suegro, ya que si llevo nueve años con Tere, ocho de ellos lleva diciéndome que a ver cuando le hago abuelo. Pero su reacción fue mas como la de Julio. Se creía que le estábamos tomando el pelo, que era todo mentira.

Alguna mas se me pasara de contar, pero bueno, ahí lo dejo.

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