En verano cuando estuve trabajando no tuve la oportunidad de tener ordenador propio, ya que como iba sustituyendo a dos personas, cada día estaba en un ordenador… Ahora estoy sustituyendo solo a una persona así que siempre tengo el mismo puesto de trabajo. Lo malo es que no tengo permisos para instalar nada, ya que no esta permitido. Por lo que, aunque no este permitido instalar, no dicen nada de no gastar. Ahí entra los programas portátiles o portables en juego.
Ya había gastado varias aplicaciones de diagnostico y antivirus en versiones portátil, ya que me tocaba mucho ir a la oficina de mi cuñado y era la forma mas rápida de hacer las cosas sin tener que instalar nada. Para los que no saben que son las versiones portables, son versiones de programas normales que gastamos nosotros, modificada por usuarios (la gran mayoría) para no tener que instalarlas y poder gastarlas sin problemas. Tu pones tu pendrive con los programas portables y a funcionar.
¿Por qué lo de los portables en la oficina? Porque me gusta el firefox, y ya que estoy obligado a gastar el Windows XP, no quiero que me hagan gastar el IE 6, que a parte de “viejuno” le tengo manía. Gasto también el OpenOffice en casa y la gran mayoría de documentos los tengo en su extensión por lo que no puedo gastarlos aquí. Y como no, me gusta escuchar música, y un buen reproductor tampoco es que moleste mucho, así que ahí tengo el AIMP.
Hoy ya puedo estar trabajando a gusto con mi música en la oreja derecha y el teléfono sonando en la oreja izquierda.
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