21 febrero 2008

Domingo Rojo

Continuemos...

Menudo domingo. Nos pusimos a las 8 de la mañana a limpiar todo lo que habían ensuciado los albañiles durante casi 3 semanas. Ni en mis tiempos mozos, yo he ensuciado tanto un cuarto, por lo menos que yo recuerde. Me fastidio no ver el concurso de mates y triples de la NBA que hacían a las 2 de la madrugada, pero mereció la pena ver la casa limpia y despejada.

Y la suegra venia a comer a casa. Al final tubo que ir Tere a por su madre y yo me quede aun limpiando, y aun llegaron con la comida a casa, y no había acabado, así que, hasta que no acabe no comí.

Me duche, comí, me acosté, y del dolor de brazos que tenia, no pude ni pegar una cabezada. Después fuimos a ver a mi hermana y el chiquillo, y quedamos a cenar Raúl y Andrew para ver la casa limpia. Entre pitos y flautas se nos hizo las tantas.

Me puse a ver una hoja de cálculo que tengo hecha (informático que soy) con los pagos, facturas a realizar, ahorros y regalos o ayudas que nos hacen los familiares. Cuando hicimos la compra de los muebles, contamos con la ayuda de mi padre, y de la de mi abuela, y unos ahorros que tenia Tere, lo que no sabíamos ninguno de los dos, hasta que abrimos la hoja de calculo, es que, esos ahorros de Tere, ya los habíamos contado para las reformas. La verdad es que ahora estamos en números rojos, aunque ya los estábamos, ahora la cantidad ha incrementado bastante, pero nada que no pueda arreglar mendigar un poco y abrocharnos el cinturón hasta el máximo posible. Así que, ya lo sabéis, que si no quedamos con nadie, ni os vemos en unos meses, es porque no tenemos un duro. Aunque siempre abra una excepción, o eso espero.

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