28 diciembre 2007

Ya pasaron y se fueron

Ya pasaron las navidades, y he recibido de mi mismo un “Puff Siesta” y de Tere un Pocoyo Jefe de estación, con su banderín rojo, su gorro de jefe de estación y un mini tren. Quería mi Super Pocoyo, pero me conformare con el que me ha regalado Tere, ya que el otro esta agotado. Os estaréis preguntando como es posible que un tío de 25 años, le regalen un Pocoyo y se sienta feliz por ello. Pues muy fácil, aun soy un niño para estas cosas, y gracias a dios, es algo que comparto con Tere. La situación más o menos fue algo como: “Tomaaaaa, un ragliiitoooo”. Yo con cara de bobo antes de abrirlo: “Tu ya sabes que yo soy mas de Reyes Magos”. Es el recurso fácil, cuando te sientes mal por no comprar nada porque pensabas que la otra persona no iba a regalarte nada. Esta bien que te pille en Papa Noel, porque si te coge en Reyes Magos con esto… queda un poco mal decir: “Sabes que me gusta hacerte un buen regalo en San Valentín”, y si ya el 14 de febrero se te olvida, ves rezando todo lo que sepas. Ahora, ni se os ocurra gastarlo en cumpleaños, porque la escusa quedaría un poco mal: “Tu ya sabes que yo soy mas de los Santos, y no me gusta celebrar cumpleaños”. Siempre es mejor tener un pequeño regalo envuelto en casa, por muy pequeño que sea, y cuando te veas en estas situaciones, dárselo con la siguiente frase: “No encontré lo que quería regalarte, así que te he comprado este detalle, hasta que encuentre lo que quería regalarte”.

Pasadas las navidades con la familia, los niños, los regalos, las comidas copiosas, llegamos al día 27. Un día a partir de hoy muy especial. ¿Por qué un día especial? Porque han venido unos señores a mi casa con sacos y no son los Reyes Magos, ni una convención de Hombres del Saco, son los de la mudanza de mis padres. Cuando los vi estuve por darles un par de besos a cada uno, pero me contuve, por si se arrepentían y se iban sin llevarse a mis padres. Ya tengo la casa vacía, menos mi estudio y el armario de mi cuarto. No tengo cama, ni la tendré hasta dentro de unos días, que espero que sean pocos. Es lo malo de ser alto y necesitar una cama de 2 metros, que no tienen en stock, y tienen que pedirlo adrede.

Aun así, esta noche la hemos pasado en nuestra casa. Tere y yo. ¿Sin cama?... Sin cama. Mi armario tiene una de esas cama de hace 30 años que se abre el armario y sale la cama, pero ahí es incomodo dormir, así que cogimos el colchón, si es que se le puede llamar colchón, porque es de espuma. Yo creo que el que invento el colchón de espuma, dijo: “Voy a inventar algo, que parezca cómodo, pero cuando la gente lo gaste se de cuenta de que es como si estuviera durmiendo encima del somier”. Pues lo dicho, cuatro mantas mal puestas encima de un colchón de menos de 70 cm, para Tere, y un sofa de 2 asientos (yo ocupo unos 3 y medio tumbado) para mí. La verdad es que he dormido a gusto y todo. Me empieza a doler a estas horas de la mañana un poco la espalda, pero como ya dormir en mi casa, como que se puede soportar.

Pues nada, empieza mi vida de independencia dependiente, ya que no tengo lavadora, ni nevera, ni cama. Así que, a comer a casa de los padres, a lavar la ropa a casa de los padres, y adormir…. En mi casa, aunque sea en el suelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario