19 julio 2007

Días de descanso

Domingo, día de resaca oficial para los microfesteros, día de afters y transición para los macrofesteros, y día de descanso para el Gafe. Después de la declaración y de llegar a las 4 y media de la mañana a casa. Aún tenía el día siguiente en la cabeza, hasta que me dormí. Tere le había prometido a Andreu (su mayor seguidor) hacerle un Arroz al Horno. Todos los creyentes en algún momento de su vida, pierden un poco la fe, y necesitan un acto divino para volver a creer con fuerza. Como dio la casualidad de que Tere tenia un arreglo en el congelador, la petición no se hizo esperar, lo malo es que queríamos antes de comer ir a decirle a mis padres tan buen comunicado, lo del arroz no, lo de que nos casábamos.

Mi madre no es que estuviera muy bien, pero mi padre es un huevon. No se a quien habré salido. Mi padre ya me dijo que si es lo que quería que le parecía correcto, mi madre nos dijo lo mismo que le dijo a mi hermana: ¿Estas seguro? ¿Tan pronto? Mi madre vino y me dio dos besos y un abrazo, al igual que a Tere, pero el huevon de mi padre me dijo que me esperara a que se acabara el cigarro. Sigo sin saber a quien habré salido.

Llegamos tarde a casa de Andreu, pero el Arroz al Horno no se hizo esperar (2 horas). Comimos a las 4 de la tarde, pero mereció la pena, estaba buenísimo. Vinieron a casa de Andreu, su hermana y sus padres a tomar café, y decidimos decírselo, con la consiguiente alegría y enhorabuenas. Hechos polvo de dormir poco, y a tumbos del calor y los nervios, nos fuimos a pegarnos una ducha, dormir un rato corto, y prepararnos para ir al Teatro.

No he sido muy asiduo nunca a los teatros, pero mi media es de una obra de teatro al año, la mayoría han sido monólogos, u obras de carácter humorístico. Menos mi queridísimo Hamlet. Que todavía me acuerdo de que no tengo que comprar entradas del gallinero en el teatro principal de Valencia.
Para quien no sepa que es el gallinero en un teatro, es donde antiguamente se ponía la gente pobre para ver las obras de teatro, estaba arriba del todo, no en los típicos palcos, ni en la grada superior. Era algo todavía más elevado y más pequeño. Solo decir que los actores parecían muñequitos de pin y pon.
La obra a la que fuimos fue los Irrepetibles de Amstel, muy buena actuación por parte de los 5. Para quien no sepa que son Los Irrepetibles de Amstel, es un programa de la sexta en la cual una persona dirige a 4 actores, los cuales no saben exactamente que es lo que van a hacer. Si saben los juegos que se van a realizar, pero no saben que tendrán que improvisar. Nada mas entrar en el teatro, nos hicieron escribir en un papel, varios personajes y situaciones, para que los actores las reflejaran. Me reí muchísimo, mucho más que viendo el programa por la tele, se notaba que iban acumulando gracias por cada actuación realizada.

Una vez terminada la obra, nos fuimos a comernos una porción de pizza, de la pizzería Ardi cerca de las Torres. Y una vez mas, el día concluyo.

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