Encuentro en la tercera fase (una fase mallorquina)

El martes tuve una gran visita, una visita mallorquina. Vinieron de paso, pero yo se que no podrían pasar por valencia sin venir a ver al Gafe. Los monumentos es lo que tenemos, lo malo es que yo sea un monumento abstracto (llevo una semana con el animo desnutrido). La verdad es que me alegro mucho verlos, y más aun, porque fue una visita extraña. Los de extraña mas lo digo porque realmente son muy buenos amigos (llamarles conocidos seria degradarlos), y como suelo hablar con ellos mucho y mutuamente nos contamos las cosas que ocurren cotidianamente en nuestras vidas, es como si estuviera con unos amigos de siempre tomando algo, como si fuera algo normal. Pero con el aliciente de verlos en persona por primera vez.

La verdad es que soy bastante vergonzoso, y estas situaciones hacen que hable mucho menos de lo normal o me corte al decir ciertas borderias. Me hubiera gustado enseñarles donde vivo, presentarles a los amigachos, sobre todo presentarle a Tere, pero entre que era día laboral y tampoco había mucho tiempo, no se pudo.

Por lo menos les hice un regalito. Compre un peluche de Knuckles para Alejandro, que más o menos es igual de grande que él, pero así ya lo tiene en su cuarto o donde sea. Luego le compre a Raúl una botellita de güisqui Macallan de 12 años, que espero que lo gaste para celebrar algo o para cualquier cosa cotidiana. Y a Yoli le he regalado unos botes de champú, y la verdad no me acuerdo de los otros, se que habían dos para Alejandro (uno de protección solar y otro para la costra láctea). Pero en principio todo es para todos, menos el güisqui, que Alejandro aun no puede.

Para quien no sepa quien es Knuckels:

Me hice unas cuantas fotos, pero la que mas me gusta es esta, que me la paso Yoli:


La verdad es que son unas bellas personas, por todos los sentidos. Fui a recogerlos al aeropuerto, porque tenían que dejar el coche de alquiler. De allí fuimos a comer a un centro comercial que hay al lado (Bonaire) para rellenar el estomago. Fuimos a un buffet libre que se llama "Muerde la Pasta". De ahí nos dirigimos, después de contarnos más o menos las vacaciones, a Puçol. Allí vive la hermana de Yoli, y su marido. Estuvimos en su casa, le dimos de comer a Alejandro, se hicieron unas fotos familiares, y a partir de allí, nos fuimos al Puerto. No se podía entrar por donde siempre y llegamos un poco justos, bueno, justos para el horario que ponía en el billete, porque el barco llego casi con una hora de retraso. Así que nos dio tiempo de hacernos unas cuantas fotos, entre ellas la que he puesto arriba. Allí disfrute de Alejandro, ya que me lo dejaron, y no había manera de quitármelo de encima. La Yoli estaba como siempre, pero el Raúl estaba como que no estaba, vamos, que también estaba como siempre. No se le puede pedir a una persona después de 7 horas de coche que este como siempre, y más sabiendo que vuelves a casa y no tardaras en empezar a trabajar.

Desde aquí, un beso muy grande a los tres.