11 febrero 2008

Mi jefe y sus locuras

Ya hace mucho tiempo, cuando se cambiaron de ubicación la gente de administración y con ellos el jefe, empezaron las habladurías, ya que mi jefe antes estaba en un zulo y nadie se enteraba. Pero ahora esta en una pecera, la cual esta nada mas entrar, así que imposible no advertir su presencia.

En la oficina empezamos teniendo un hilo musical, incluso hubo un técnico que se lo curro y trajo un aparato de su casa para programar sintonías y de mas. Eso duro… mmm… ¿un día? Por muy bajito que se tuviera la música, incluso teniéndola sin poder escuchar que clase de música sonaba, él se quejaba y la apagaba. Todo hay que decir, que podría haberse cerrado en su despacho y dejarnos tranquilos, pero no, decidió salir de su despacho y poner en todos los sintonizadores de música, un celo para que nadie los pudiera girar, con tan mala pata, que se cargo todos los conectores.

Hubo otra temporada, en la que le dio por apagar todas las luces, dejándonos a oscuras, casi todo el día. Conforme alguien encendía una luz, el salía de su despacho intentando saber quien había encendido la luz, y apagándola.

Hubo gente, que con estos síntomas, empezó a decir que era principio de esquizofrenia…

Después, vino el tema de la llamada “Ecología”. Nos encontramos con papeles, por toda la oficina, uno de ellos en el WC, en el secadero de manos, en el cual nos advertía que cuando gastáramos papel para secarnos las manos, pensáramos en la ecología… En la otra oficina teníamos una toalla… Y luego encontramos, en el cuarto de los aparatos del aire acondicionado, con una advertencia, que solo él podía tocarlos, y que estaba prohibido el huso fuera de unas temperaturas determinadas…

Bueno, hasta ahí, todo normal (¿normal?). Luego empezó, saliendo cada tres por cuatro de su despacho para decirme por favor que bajara el volumen de mi voz, que no era necesario ser tan estrepitoso. Hasta que le conteste que si no le gustaba mi tono de voz, me devolviera a mi puesto de trabajo en el otro despacho. Ya no ha vuelto a venir a decirme nada, pero ahora lo dice en general, que hace mas gracia, ya que va mesa por mesa diciéndolo, y a mi me salta.

Son muchas cosas, que la verdad, hace pensar que si esa persona es la que toma las decisiones… ¿Cómo se soporta esta empresa?

Esto no puedo decir que sea verdad, porque no lo he vivido yo, pero la verdad, me lo espero todo. Esto me lo contó un compañero que se fue a tomar café con el jefe. Mi compañero empezó a decirle lo mal que iban ciertos asuntos, y la preocupación que se debería tener sobre el asunto no era la adecuada. A lo cual, el jefe, le dijo que él estaba escribiendo un libro, sobre unos extraterrestres que venían a la Tierra. Eran dos razas, Alpha y Beta… Ahí lo dejo, lo demás no lo cuento, ya que con esto es suficiente.

La última, y más impresionante (ahora ya empieza a cerrarse en su despacho y dejarnos tranquilos con nuestras vidas). Lo veo salir, con cara de enfadado, eso no es nada raro, lo raro es que fue directo al trastero, y salio con una escoba con una cara de felicidad como la de un niño con un juguete nuevo. Lo vi como se volvió a meter en su despacho… lo normal sería verlo barrer, o algo similar ¿verdad? Pues no, se dedico a pegarle con la escoba a los splitters del aire acondicionado del techo, porque el aire estaba pegándole directamente, al cabo de 1 minuto dándole desesperadamente al aire acondicionado, decidió dejar la escoba en su sitio, ir al cuarto del aire acondicionado y apagarlo…

No hace falta mencionar lo de los auriculares con la música, ni otras tonterías mas… ya es bastante largo de contar todo esto.

Bueno, sea como sea, sigue siendo mi jefe, y todos los compañeros le queremos… bien lejos.

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